En el caso de no tener la cantidad exacta de dinero, que sería el ideal, revisa que cumplas con estos tres criterios.
- Es recomendable haber ahorrado al menos un 20% del importe de la compras.
- Que el precio de compra no supere cuatro años de ingresos netos de tu unidad familiar. Es decir que si por ejemplo tus ingresos totales después de impuestos son de unos $30.000, no deberías comprar una casa por más de $120.000.
- Procura tener estabilidad. Solo deberías tomar en cuenta en el cálculo anterior aquellos ingresos que tienen una alta probabilidad de volver a darse.